La pregunta ¿parto o cesárea? es muy común al momento de planear cómo traer a un bebé al mundo. Aunque es algo que determinará tu estado de salud, condiciones del feto y del embarazo, entre otros factores, es importante conocer los beneficios que cada uno tiene.
Ventajas del parto natural
- Pronta recuperación, dado que el grado de invasión es mínimo comparado con la cesárea.
- El contacto de la madre con el bebé es inmediato, lo que fortalece el vínculo afectivo entre los dos.
- El riesgo de padecer endometritis (infección en el útero) es menor en comparación con la cesárea.
- El riesgo de padecer una hemorragia o bloqueos intestinales es menor; así como la pérdida de sangre.
- Favorece la liberación de oxitocina, lo que estimula la producción de leche materna.
- No existe un número límite de partos naturales.
- El bebé recibe una mejor oxigenación cerebral y general.
Desventajas
- Hay dolor en el parto.
- Es más tardado, comparado con la cesárea, que dura una hora aproximadamente.
- Se pueden presentar complicaciones por diferentes circunstancias.
- Puede haber un desgarre en el perineo, sin embargo, el médico puede hacer una incisión en el mismo espacio para favorecer la expulsión del feto.
- No se puede programar.
Son candidatas al parto natural si:
- Han estado en primera etapa de labor no más de 24 horas y tienen 10 centímetros de dilatación en el cuello del útero.
- Presentan contracciones frecuentes e intensas.
- No hay sufrimiento del feto.
- El feto se encuentra en posición de expulsión, es decir, con la cabeza hacia abajo.
Al final, tener un parto natural o cesárea depende de cada paciente. El médico tratante deberá guiar a la futura madre encaminándose a la salud y bienestar de esta y del bebé.
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