Las alteraciones posturales o lesiones posturales hacen referencia a afectaciones que ocasionan una desalineación o desequilibrio corporal a raíz de una serie de posiciones anómalas durante la realización de actividades cotidianas que pueden perjudicar la salud de la persona.
Mala postura
Es importante recordar que una postura correcta no requiere esfuerzo ni resulta incómoda, además de que permite moverte con total libertad al realizar diversas actividades.
Las alteraciones posturales pueden surgir a lo largo de la vida y suelen estar relacionadas con los trastornos temporomandibulares debido a la conexión de los músculos que ayudan a la masticación y el cuello dorsal. De tal forma que, una mala postura de la cabeza, puede ejercer presión sobre las vértebras y alterar la postura.
Se desconoce la causa de las alteraciones posturales, algunos estudios clínicos revelan que pueden deberse a factores genéticos o a un problema natural de la postura que se gesta durante la adolescencia.
Defectos posturales
Entre las patologías más frecuentes ocasionadas por alteraciones posturales se encuentran las siguientes:
- Decaimiento postural: pérdida progresiva de la alineación corporal.
- Genu varo: aquí las piernas se arquean hacia fuera, separando las rodillas incluso al momento de juntar los pies.
- Hipercifosis: curvatura excesiva hacia delante de la columna dorsal.
- Hiperlordosis: excesiva curvatura de la columna vertebral en la espalda baja.
- Escoliosis: desviación lateral de la columna vertebral, generando una cintura desigual.
- Pie plano: el arco del pie está disminuido o ausente, provocando que toda la planta del pie se apoye sobre el suelo.
- Pie valgo: desviación en la que el talón se inclina hacia afuera y el arco interno del pie tiende a colapsar.
- Rectificación de la lordosis: pérdida o disminución de la curvatura natural de la columna.
Cuando las alteraciones posturales no se corrigen, pueden generar lesiones posturales, es decir, daños en músculos, articulaciones o ligamentos derivados del uso repetitivo y desbalanceado del cuerpo. Entre las lesiones más comunes están:
- Cabeza deslizada hacia adelante.
- Contracturas musculares.
- Curvatura lumbar exagerada.
- Articulaciones desgastadas.
- Jaquecas.
- Dolor de espalda.
- Cansancio.
- Hombros caídos.
- Encorvamiento.
- Mareo.
- Columna rígida.
- Inestabilidad.
- Desequilibrio.
Las alteraciones posturales, de no ser atendidas, pueden desencadenar problemas más graves, como rigidez, movimiento limitado en algunas extremidades o deformaciones de gravedad.
Evaluación postural
La evaluación postural es un proceso clínico y biomecánico que permite identificar alteraciones en la alineación corporal que se pueden relacionar a dolores, limitaciones funcionales o compensaciones en el movimiento.
Esta evaluación se realiza a través de la observación en los planos frontal, sagital y transversal; adicionalmente es posible utilizar herramientas como plataformas de presión, escáneres tridimensionales, fotografías para análisis postural o radiografías.
Para el diagnóstico de una alteración postural se parte de un análisis detallado del cuerpo en bipedestación, esto quiere decir erguido en las extremidades inferiores; en sedestación que es al estar sentado; y en movimiento. Aquí se pueden observar signos como inclinación de hombros, rotación de pelvis, curvaturas excesivas en la columna como la hiperlordosis, hipercifosis y escoliosis; así como que haya distribución desigual del peso.
Complementariamente se pueden solicitar pruebas funcionales para evaluar la flexibilidad muscular, fuerza y movilidad articular.
Gracias a este enfoque integral, se logra distinguir si las alteraciones son estructurales o funcionales, relacionadas con hábitos o compensaciones.
Una vez se ha identificado el tipo y la causa de la alteración postural, se establece un plan de tratamiento personalizado. Cuando la causa tiene un origen funcional, se suelen indicar programas de ejercicio terapéuticos orientados a fortalecer los músculos débiles, elongar los acortados y mejorar la conciencia corporal. Es posible requerir también de fisioterapia, masoterapia o el uso de dispositivos ortopédicos temporales como las fajas o plantillas.
Para los casos donde las alteraciones posturales sean severas o estructurales, como es la escoliosis con ángulo significativo, el tratamiento puede requerir la intervención de un equipo multidisciplinario que puede requerir de ortopedia, terapia ocupacional o hasta cirugía correctiva.
El abordaje temprano a través de la evaluación postural puede prevenir la progresión de muchas de estas alteraciones y mejorar de manera significativa la calidad de vida del paciente; la detección oportuna, el seguimiento constante y la participación activa del paciente es clave en su tratamiento.
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