Cuando una mujer no experimenta un orgasmo o este es de baja intensidad, o los orgasmos son infrecuentes, después de haber sido estimulada sexualmente, se considera anorgásmica.
En una mujer, la anorgasmia no significa únicamente una vida sexual insatisfactoria, sino que le ocasiona problemas psicológicos, de pareja y de autoestima al sentirse incapaz de disfrutar al máximo las relaciones sexuales.
El orgasmo es producto de una excitación y estimulación sexual adecuadas, por lo que en él intervienen aspectos de índole física, emocional, sensorial y psicológica; cuando existe alguna problemática en alguna de estas áreas, pueden verse afectadas las capacidades para alcanzar orgasmos.
Existen diversos factores que pueden ser los causantes de la anorgasmia:
Problemas psicológicos e individuales:
- Sentirse culpable o avergonzada por tener relaciones sexuales.
- Limitaciones de naturaleza cultural o religiosa en materia sexual.
- Episodios de estrés.
- Ansiedad.
- Depresión.
- Haber sido abusada sexualmente.
- Inhibiciones o desconocimiento de las prácticas sexuales.
- Baja autoestima.
Problemas de pareja:
- Desconfianza.
- Violencia.
- Disfunciones sexuales.
- No atreverse a intimar demasiado.
- Problemas no resueltos.
- Falta de comunicación en materia sexual.
- Infidelidades.
Aspectos físicos:
- Padecimientos como diabetes.
- Cirugías o tratamientos ginecológicos.
- Diversos fármacos.
- Alcoholismo.
- Tabaquismo.
- Menopausia.
Anomalías sexuales:
- Bajo deseo sexual.
- Excitación inadecuada.
- Relaciones sexuales dolorosas.
- Resequedad vaginal o vulvar.
- Vaginismo.