Se trata de un raro padecimiento oncológico de la piel que se caracteriza por la aparición de un nódulo o tumor indoloro de color rojizo, rosado, azulado o morado en la cabeza, cara o cuello, ya sea por una exposición solar prolongada o por un sistema inmunológico deprimido.
Las células de Merkel se localizan en la epidermis (capa superior de la piel) y están conectadas a las terminaciones nerviosas responsables del sentido del tacto.
Al carcinoma de células de Merkel se le denomina también carcinoma neuroendocrino de la piel o cáncer trabecular, siendo más frecuente en personas de la tercera edad.
A pesar de que no se conoce con exactitud la causa del carcinoma de células de Merkel, se han identificado diversas condiciones que incrementan la probabilidad de padecerlo, entre ellas:
- Exponerse prolongadamente a la luz ultravioleta solar o de las camas de bronceado.
- Padecer algún tipo de leucemia crónica, VIH/SIDA o tener un sistema inmune debilitado.
- Haber padecido otro tipo de cáncer de piel.
- Tener más de 50 años y la piel clara.
- Pertenecer al sexo masculino.
El carcinoma de células de Merkel suele crecer de manera acelerada e irradiarse en primera instancia a los ganglios linfáticos cercanos, para después propagarse a otras partes del cuerpo como al cerebro, hígado, huesos o pulmones, alterando la fisiología.