Una vez que el médico analice tu sintomatología e historial clínico, te realizará una revisión física, poniendo especial énfasis en el área de la lesión, y con ayuda de estudios de imagen como radiografías y tomografía computarizada, podrá establecer el lugar de la fractura y su magnitud, además de descartar algún daño articular secundario.
El tratamiento a seguir dependerá de la gravedad del caso, pero por lo general requerirás un dispositivo de inmovilización para que el hueso prosiga el proceso de consolidación durante dos o tres meses, crioterapia y terapia farmacológica para controlar el dolor y la inflamación mediante analgésicos y antiinflamatorios.
La fisioterapia debe comenzar al concluir el tratamiento inicial, para que, de esta forma, vaya restaurándose de manera gradual la capacidad de movimiento y flexibilidad articular, así como la fortaleza de los músculos involucrados.
Asimismo, deberás seguir estas recomendaciones para acelerar tu recuperación:
- Abstente de elevar los brazos.
- No realices esfuerzos con los brazos.
- Deja de practicar deportes.
- Acude regularmente a tus sesiones de fisioterapia.
Cuando se trata de fracturas graves, será necesario un procedimiento quirúrgico para recolocar el hueso, el cual puede requerir del implante de una placa o tornillos para lograr una adecuada fijación ósea que garantice una consolidación óptima.
En el Centro de Ortopedia y Traumatología buscamos mejorar la vida de los pacientes restringidos o inmovilizados por trastornos o lesiones musculoesqueléticas. Nos especializamos en el cuidado del aparato locomotor mediante la integración de los últimos avances médicos, biológicos y tecnológicos, en estricto apego a los más elevados estándares internacionales de atención al paciente.