Se refiere a un episodio dental doloroso de gran intensidad que se manifiesta frente a estímulos externos como temperaturas elevadas o bajas, sabores ácidos o dulces, o al tocar los dientes.
La sensibilidad dental puede afectar la calidad de vida de quienes la padecen, ya que el dolor puede ser tan fuerte que evitan consumir alimentos y bebidas que pueden desencadenarlo.
De acuerdo con algunos estudios, la sensibilidad dental se debe a que los fluidos que se localizan en el interior de los túbulos dentinarios se ven afectados por alteraciones externas que generan presión en los nervios, lo cual produce dolor.
Al perderse esmalte o cemento de los dientes, los túbulos dentinarios quedan expuestos, dando lugar a la sensibilidad dental.
Existen algunos factores que pueden contribuir al surgimiento de la sensibilidad dental, tales como:
- Desgaste del esmalte y del cemento.
- Recesión gingival.
- Cepillado con excesiva fuerza.
- Abrasión cervical y apertura de túbulos dentinarios.
- Mala higiene bucal.
- Alimentos y bebidas ácidas.
- Tratamientos odontológicos.
- Bruxismo.
- Úlcera gástrica.
- Anorexia.
- Bulimia.