¿Qué es reflujo vesicoureteral?

Es cuando el flujo de la orina se lleva a cabo de manera contraria, es decir, desde la vejiga a los riñones, en lugar de los riñones a la vejiga, incrementando el riesgo de padecer infecciones recurrentes en vías urinarias que pueden llegar a dañar los riñones. Suele diagnosticarse a temprana edad y en ocasiones puede requerirse una cirugía para corregir el problema.

El reflujo vesicoureteral se clasifica en:

• Primario: en el que los bebés nacen con esta anomalía en uno o ambos  uréteres, ocasionando que la orina fluya en sentido contrario. Este tipo de reflujo vesicouretral es el más frecuente y se considera que puede ser un padecimiento congénito.
• Secundario: aparece cuando existe una obstrucción o bloqueo en las vías urinarias, haciendo que la orina regrese hacia los riñones, lo cual puede ocurrir por una infección, daño de un nervio u otro órgano que ejerce presión sobre el uréter.

Existen algunas condiciones que pueden favorecer el surgimiento del reflujo vesicoureteral, tales como:

• Bebés hasta los dos años de edad.
• Las niñas son más propensas que los varones, salvo cuando sea de nacimiento.
• Tener problemas en la vejiga e intestinos.
• Padres que padecen esta afección pueden heredarla a sus hijos.

Por lo general, la sintomatología no se manifiesta hasta que los menores presentan una infección de las vías urinarias. Pero los signos más comunes son:

• Ardor al orinar.
• Dolor abdominal o en un costado.
• Episodios de estreñimiento.
• Incontinencia fecal.
• Temperatura elevada.
• Escalofríos.
• Inapetencia.
• Irritabilidad.
• Micción frecuente.
• Urgencia de orinar.
• Orinar la cama.
• Presencia de proteína en la orina.
• Turbiedad en la orina.
• Hematuria.

Riesgos y complicaciones del reflujo vesicoureteral:

• Cicatrices renales.
• Hipertensión arterial.
• Insuficiencia renal.

Una vez que el médico analice los síntomas e historial clínico, hará una revisión física y solicitará estudios para confirmar el diagnóstico, tales como exámenes de orina y sangre, ecografía abdominal, radiografías de la vejiga, cistouretrografía miccional y una urosonografía miccional por contraste.

Una vez que se confirme el diagnóstico, el tratamiento a seguir dependerá de la gravedad de la afección, el cual puede consistir en:

• Antibióticos para prevenir o tratar las infecciones de las vías urinarias.
• Cirugía abierta, laraparoscópica o endoscópica, según sea el caso.

Los niños con casos leves de reflujo vesicoureteral primario pueden superar el trastorno con el paso de los años.

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