Se trata de una afección cutánea bastante frecuente en los recién nacidos, caracterizada por la presencia de pequeños granos rojos o blancos, principalmente en la frente, mejillas, nariz y cuero cabelludo.
El acné del bebé o neonatal, como también se le conoce, afecta al 20% de los lactantes y es más frecuente en los varones.
Suele manifestarse entre los tres y seis meses de vida, no representa riesgos, pero puede permanecer hasta el año y medio de edad.
Aunque se desconoce la causa del acné del bebé, los estudios clínicos apuntan a que puede deberse a:
- Glándulas sebáceas estimuladas.
- Hiperactividad de las glándulas suprarrenales del neonato.
- Proliferación de hongos en la piel.
- Transferencia placentaria de algunos medicamentos ingeridos por la madre, como yodo, bromo o corticoides.
- Familiares que padezcan acné.
Actualmente se cree que puede ser de origen infeccioso por un hongo llamado Malazzesia, pero no hay estudios que lo confirmen.
El acné del bebé se diferencia del acné infantil, que, por lo regular, aparece después, porque no se presentan espinillas, quistes o granos con pus que generan dolor y molestia.
Es una afección leve que no deja marcas o cicatrices, y que se resuelve de manera espontánea en un periodo de tres meses a un año, sin necesidad de tratamiento médico, la mayoría de las veces.