Una vez que tu médico analice la sintomatología e historial clínico de tu hijo, le realizará un examen físico para verificar alguna anomalía anatómica que pudiera estar provocando los episodios de apnea.
Si no se detecta alguna malformación, solicitará una prueba de polisomnografía para monitorear durante la noche los patrones de respiración, los ronquidos, la frecuencia cardiaca, los niveles de oxigenación, las ondas cerebrales y la actividad muscular mientras tu hijo duerme, para tener un diagnóstico certero.
El tratamiento a seguir consiste en la utilización de esteroides nasales en caso de apnea obstructiva del sueño leve. Pueden requerirse también aparatos que ayuden a expandir el paladar y los conductos nasales.
En caso de que no funcionen estas opciones terapéuticas, la alternativa es realizar un procedimiento quirúrgico para extirpar las adenoides y las amígdalas que provocan los bloqueos y con ello permitir que el flujo aéreo se mantenga estable.
Si la cirugía no es viable, puede ser necesaria la terapia de presión positiva en las vías respiratorias mediante máquinas que llevan aire a través de mascarilla que se coloca en la nariz y la boca del menor para mantener las vías respiratorias abiertas.
Si tu hijo padece de obesidad, es muy probable que el especialista te recomiende acudir con un nutriólogo infantil para incorporar una dieta equlibrada que le ayude a bajar de peso.
Es importante que en tu hogar evites la exposición al humo del tabaco y a otros contaminantes de interior, así como a algunos alérgenos que pudieran ocasionarle congestión o irritación en las vías respiratorias.
En el Centro Neurológico, un grupo de médicos altamente capacitados y certificados en las diversas especialidades neurológicas están preparados para atenderte con la calidad y calidez que nos caracteriza.