Se trata de una condición de salud caracterizada por la acumulación de grasa en los vasos sanguíneos, los cuales pueden crecer, romperse y formar un coágulo que desencadene un accidente cerebrovascular, un ataque cardiaco o una enfermedad del corazón.
El colesterol alto, hiperlipidemia, hipercolesterolemia o trastorno lipídico, como también se le llama, puede ser hereditario, pero, por lo regular se debe a una mala alimentación y a un estilo de vida poco saludable, los cuales se pueden revertir. Sin embargo, existen una serie de enfermedades y factores que también pueden influir, tales como:
- Arritmias.
- Cáncer.
- Consumo de alcohol.
- Diabetes.
- Embarazo.
- Enfermedades que incrementen los niveles de hormonas femeninas.
- Fumar.
- Hipertensión arterial.
- Hipotiroidismo.
- Insuficiencia renal.
- Lupus.
- Medicamentos para tratar acné, ansiedad o depresión.
- Obesidad.
- Síndrome ovárico poliquístico.
- Trasplantes de órganos.
- VIH/SIDA.
El colesterol alto es asintomático, por lo que solo puede detectarse mediante análisis sanguíneos, desencadenando una serie de complicaciones que pueden poner en riesgo la salud, como:
- Accidentes cerebrovasculares.
- Angina de pecho.
- Ateroesclerosis.
- Ataque cardiaco.