Es un padecimiento neurológico que consiste en la emisión repentina e involuntaria de movimientos rápidos, repetitivos, irregulares y breves en diversas áreas corporales, aunque suelen ser más frecuentes en la cara y las manos.
Los movimientos involuntarios pueden deberse por afecciones en el sistema nervioso central o lesiones nerviosas. En el caso particular de la corea, las investigaciones clínicas apuntan a una hiperactividad de los los ganglios basales, responsables de regular los movimientos producidos por los impulsos nerviosos cerebrales.
La corea se clasifica en:
- Adquirida: ocasionada por la ingesta prolongada de ciertos medicamentos, trastornos metabólicos, accidente cerebrovascular, embarazo, enfermedades infecciosas o autoinmunes, así como déficit de tiamina e intoxicaciones con monóxido de carbono y alcohol etílico.
- Hereditaria: causada por la enfermedad de Huntington.
Ocasionalmente, se presenta en adultos mayores sin ninguna razón, se le conoce como corea senil y afecta a los músculos de adentro y fuera de la boca.
Por lo regular, este trastorno del movimiento afecta cara, manos y pies. En el caso del rostro, la nariz suele arrugarse, mientras que los ojos, la boca y la lengua pueden moverse de forma continua.