El dolor de cabeza en trueno o cefalea en trueno es un tipo de dolor de cabeza que aparece de manera súbita, como una descarga eléctrica, de ahí su nombre. Su intensidad máxima se produce en el primer minuto y representan una señal neurológica de alerta que debe atenderse de inmediato porque pueden poner en riesgo la vida.
Qué es un dolor de cabeza en trueno
A pesar de que son poco frecuentes, su aparición indica gravedad porque su causa principal es la hemorragia subaracnoidea (sangrado entre el cerebro y las meninges). Sin embargo, existen otros factores que pueden dar lugar a los dolores de cabeza en trueno, como:
- Accidentes cerebrovasculares de cualquier tipo, isquémicos o hemorrágicos.
- Coágulos cerebrales.
- Crisis hipertensivas.
- Líquido cefalorraquídeo filtrado.
- Encefalitis.
- Meningitis.
- Hemorragia en la hipófisis.
En ocasiones, los dolores de cabeza tipo trueno no tienen una causa específica, se les conoce como primarios o idiopáticos y son comunes en personas jóvenes. Algunos estudios señalan que la actividad sexual y el ejercicio pueden ser factores que los desencadenan.
Cefalea en trueno síntomas
Más allá del dolor súbito, puede ir acompañado de otros síntomas neurológicos como náuseas, vómito, pérdida de conciencia, visión borrosa, rigidez de cuello, convulsiones o debilidad en alguna parte del cuerpo.
Todos estos signos pueden indicar una causa grave subyacente, como una hemorragia subaracnoidea o la trombosis venosa cerebral; ante lo cual es una emergencia médica que requiere evaluación inmediata.
Dolor de cabeza en trueno, diagnóstico
El diagnóstico del dolor de cabeza en trueno comienza con una evaluación clínica detallada, en la cual el médico preguntará sobre el inicio del dolor, su intensidad, duración, síntomas asociados y posibles factores desencadenantes.
Debido a que este tipo de cefalea se puede relacionar a condiciones potencialmente mortales, se tiene como objetivo primario descartar causas secundarias graves como la disección arterial. Para esto se presta especial atención a signos neurológicos anormales y antecedentes de enfermedades vasculares o neurológicas.
Para llegar a un diagnóstico confirmatorio se requiere del apoyo de estudios de imagen. La tomografía computarizada (TC) de cráneo sin contraste suele ser el primer paso para detectar sangrados agudos.
En caso de que la TC sea negativa, pero se mantiene la sospecha clínica, se llega a realizar una punción lumbar para buscar sangre en el líquido cefalorraquídeo.
También es posible que se soliciten estudios más especializados como la resonancia magnética cerebral, la angiorresonancia o la angiografía cerebral, en función a cada caso.