¿Qué es Fatiga ocular?

Se trata de una molestia y cansancio en los ojos por exceso de visualización, debido al uso prolongado de la computadora, teléfonos inteligentes y otros dispositivos electrónicos, así como a una alta exigencia ocular al manejar largas distancias o en ambientes de poca o mucha luz.

La fatiga ocular no es una condición grave, pero puede incrementarse si no se toman las medidas adecuadas para controlarla, principalmente en estos tiempos en los que utilizamos desmedidamente los dispositivos móviles lo cual puede ocasionar un desequilibrio del músculo ocular y con ello, incrementar esta anomalía.

Entre las causas más comunes, además de las citadas anteriormente, que pueden desencadenar la fatiga ocular se encuentran:

• Esfuerzo por ver con una luz tenue.
• Estrés.
• Luces demasiado brillantes o resplandores.
• Exposición al aire de un ventilador, aire acondicionado o calefactor.
• Exceso de lectura.
• Mala postura.
• Desorganización del espacio de trabajo donde se encuentra la computadora.
• Ojos secos.
• Miopía.
• Astigmatismo.
• Realizar actividades que impliquen mucha concentración.
• Visualizar pantallas a distancias o posiciones inadecuadas.

• Ardor.
• Comezón.
• Problemas de concentración.
• Jaqueca.
• Inflamación.
• Enrojecimiento de ojos y párpados.
• Fotosensibilidad.
• Molestias en cuello, hombros o espalda.
• Resequedad ocular.
• Lagrimeo.
• Sensación de tensión ocular.
• Visión borrosa.

Si bien la fatiga ocular no es una condición grave, puede ocasionar dolor y cansancio visual continuo y mermar tu capacidad de concentración.

Una vez que tu oftalmólogo analice tu sintomatología e historial clínico, te practicará un examen de la vista que le permitirá evaluar, entre otras cosas, la función ocular e identificar algún problema visual que favorezca esta condición.

El tratamiento consiste en realizar modificaciones en tus hábitos cotidianos de actividades que requieran visualización plena y constante, tales como:

• Adoptar una postura adecuada.
• Mantener una iluminación óptima.
• Beber suficiente agua y llevar una dieta saludable.
• Hacer ejercicios oculares.
• Limitar el tiempo de visualización de dispositivos.
• Humidificar tu ambiente de trabajo.
• Mantener hidratados los ojos utilizando lágrimas artificiales.
• Tomar descansos oculares periódicos para ayudar a que los ojos enfoquen distancias diferentes.

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