Es un trastorno que provoca fetidez en el aliento debido a numerosas causas, desde problemas de higiene, hábitos y consumo de alimentos, hasta padecimientos de diversa índole.
La halitosis, aliento fétido o mal aliento, genera ansiedad, vergüenza y baja autoestima en quien lo padece, por lo que es común que la persona afectada trate de utilizar productos que sólo disfrazan el asunto, pero no resuelven el problema, tales como dulces y chicles de menta, sprays y enjuagues bucales, que realmente son medidas temporales que no atacan la causa de la halitosis.
Por lo general, las causas del mal aliento son, entre otras:
- Higiene bucal deficiente.
- Consumo de alimentos de olor fuerte como ajo y cebolla.
- Tabaquismo.
- Infecciones dentales.
- Enfermedad periodontal.
- Xerostomía (boca seca).
- Ingesta de algunos fármacos.
- Infecciones en boca, nariz y garganta.
- Quimioterapia.
- Reflujo gastroesofágico.
Existen dos tipos de halitosis:
Intraoral:
- 90% de los casos son de este tipo.
Extraoral:
- Afecciones respiratorias.
- Problemas gastrointestinales.
- Alteraciones metabólicas.
La halitosis es un padecimiento al que algunas personas no le brindan la suficiente atención, ya que muchas veces no son conscientes de tenerla o no les preocupa demasiado; mientras que otros recurren a diversos remedios temporales para mitigarla y se frustran al no lograrlo.
Resulta importante que si te das cuenta o alguien te dice que tienes un aliento fétido, incrementes tu higiene bucal, te hidrates adecuadamente y no ingieras alimentos olorosos o realices acciones que contribuyan a su acentuación, como fumar o consumir bebidas alcohólicas.
Si a pesar de llevar a cabo estas medidas, continúas presentando halitosis, será necesario que acudas con el dentista para que revise tu boca, y, en caso, de sospechar de la existencia de alguna afección subyacente que sea la causante, te canalizará con un médico.