Cuando la temperatura corporal se reduce significativamente y el organismo no tiene la capacidad para contrarrestar esa caída produciendo calor, estamos ante un caso de hipotermia, lo cual constituye una situación de peligro que tiene que ser contemplada como una emergencia de salud.
El nivel de temperatura normal se encuentra entre los 36 y 37ºC, pero cuando aparece un episodio hipotérmico se manifiesta una disminución mayor a los 35ºC, generando irregularidades en los sistemas cardiovascular y nervioso, que de no tratarse pueden desencadenar paro cardiaco y respiratorio, con un desenlace fatal.
Las causas más frecuentes de la hipotermia son la sobreexposición al frío o sumergirse en agua fría, por lo que la terapia indicada se centra en elevar la temperatura corporal mediante diversas técnicas.