Es una tumoración cancerosa que se desarrolla en los tejidos blandos, por lo general en la musculatura, aunque puede afectar diversos órganos, entre ellos, la vagina, los testículos, el útero y la vejiga.
Las células anómalas del rabdomiosarcoma son de crecimiento acelerado y con alto riesgo de hacer metástasis, es decir, propagarse a otras áreas corporales.
Si bien, este padecimiento tiene mayor incidencia en niños, puede manifestarse en personas de cualquier edad y género, surgiendo con mayor frecuencia en el cuello, la cabeza, las extremidades superiores e inferiores, así como los sistemas urinario y reproductivo.
El rabdomiosarcoma se origina por una anomalía celular que provoca una multiplicación descontrolada de células canceroras, las cuales invaden los tejidos sanos, formando tumoraciones susceptibles de extenderse a otras zonas corporales.
Las opciones terapéuticas para combatir el rabdomiosarcoma son la acción conjunta de quimioterapia, radioterapia y procedimientos quirúrgicos, cuya mezcla dependerá de la localización del cáncer, el volumen del tumor, su grado de avance y de si ha hecho metástasis.