Se trata de una enfermedad neurológica autoinmune que afecta el sistema nervioso central, especialmente el cerebelo y la médula espinal, ocasionando rigidez y espasmos musculares en abdomen, tronco, brazos y piernas, que desembocan en una discapacidad generalizada.
El síndrome de la persona rígida se presenta con mayor regularidad en mujeres entre los 30 y 60 años de edad. Los estudios clínicos consideran que su aparición puede deberse a una reacción del sistema inmunológico que ataca por error a las células nerviosas de la médula espinal que controlan el movimiento muscular. Sin embargo, aún se desconoce la verdadera causa, pero también lo relacionan a factores genéticos y a la presencia de otros padecimientos, tales como:
- Anemia.
- Cáncer de mama.
- Cáncer de pulmón.
- Cáncer de riñón.
- Cáncer de colon.
- Diabetes tipo 1.
- Linfoma de Hodgkin.
- Tiroiditis.
- Vitiligo.
Es importante mencionar que quienes padecen el síndrome de la persona rígida poseen anticuerpos que atacan la enzima ácido glutámico descarboxilasa encargada de la emisión de neurotransmisores que ayudan a evitar que los nervios estimulen a los músculos en exceso. Cuando se produce una cantidad inferior de esta enzima, los nervios sobrestimulan a los músculos, ocasionando que se vuelvan tensos y rígidos.