Aunque en muchas ocasiones es posible emitir un diagnóstico analizando la sintomatología e historial clínico del menor y observando las alteraciones físicas que presenta, se requieren ciertos estudios para confirmar el diagnóstico e identificar la seriedad del trastorno, entre ellos:
- Pruebas genéticas.
- Radiografías.
- Examen de la vista.
- Pruebas auditivas.
Hasta el momento, el síndrome de Stickler es incurable, por lo que el tratamiento se enfoca en el control de la sintomatología y en la corrección de las anomalías físicas, incluyendo, por lo general:
- Terapia del lenguaje.
- Terapia física.
- Programa educativo especializado.
- Cirugía:
- Maxilar.
- De paladar.
- Auditiva.
- Ocular.
- Reemplazo articular.
- De columna.
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