¿Qué es tétanos?

Es un padecimiento de gravedad que afecta el sistema nervioso provocado por una bacteria denominada Clostridium tetani, que produce una toxina que se llama tetanospasmina, la cual genera espasmos musculares al afectar los nervios.

También llamado trismo, el tétanos es una enfermedad incurable que puede resultar mortal, de ahí la importancia de la aplicación de la vacuna antitetánica dentro de los esquemas de vacunación infantiles, además de que debemos reforzar la vacuna cada 8 años para estar protegidos.

Esta bacteria tiene la facultad de permanecer inactiva en la tierra y en los excrementos animales, por lo que al haber una herida contaminada, la bacteria se activa en este medio, liberando la toxina.

Si bien, actualmente la incidencia es escasa en países desarrollados, en países en vías de desarrollo todavía es necesario fortalecer los programas de vacunación para disminuir aún más los casos.

El periodo de incubación va desde los 5 a los 20 días. A partir de ahí, comienzan a aparecer los síntomas en la mandíbula para ir descendiendo por las diversas áreas corporales.

La sintomatología del tétanos generalizado consiste en:

• Rigidez mandibular.
• Contracciones y rigidez muscular.
• Dolor muscular.
• Entumecimiento muscular en las zonas circundantes de los labios.
• Rigidez y espasmos en el cuello.
• Problemas de deglución.
• Abdomen rígido.

Conforme avanza la enfermedad, los espasmos dolorosos se tornan más intensos, afectando extremidades y espalda, además de provocar:

• Problemas para respirar.
• Hipertensión arterial.
• Hipotensión arterial.
• Aceleración de la frecuencia cardiaca.
• Temperatura elevada.
• Excesiva sudoración.

El tétanos puede provocar complicaciones graves, entre ellas:

• Embolia pulmonar.
• Dificultades para respirar.
• Neumonía.
• Fracturas óseas.
• Insuficiencia respiratoria de fatales consecuencias.

El médico analizará los síntomas e historial clínico, así como el cumplimiento del programa de vacunación.

Asimismo, realizará una revisión física para comprobar los signos de músculos rígidos y contracciones dolorosas.

Si lo considera necesario, solicitará estudios adicionales si sospecha que puede existir otra afección que ocasione la sintomatología.

Al no ser curable, el tratamiento para el tétanos consiste en el control de los síntomas y en evitar complicaciones a través de fármacos a lo largo de la evolución del padecimiento.

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