Una vez que tu oftalmólogo analice tu sintomatología e historial clínico, llevará a cabo estudios oculares para valorar la retina y confirmar el diagnóstico, entre ellos:
- Examen de fondo de ojo en el que por medio de unas gotas indoloras se dilata la pupila para verificar el estado de la mácula.
- Tomografía de coherencia óptica que consiste en la emisión de ondas de luz para tomar imágenes detalladas de la retina.
El tratamiento de un agujero macular consiste, en la mayoría de los casos, en un procedimiento quirúrgico denominado vitrectomía para prevenir la pérdida permanente de la visión o proteger la visión si el agujero macular crece u ocasiona trastornos graves.
Durante este procedimiento, se extrae el gel vítreo y algunos tejidos de la superficie de la mácula e inyecta una burbuja de gas en el ojo, la cual sirve como un vendaje temporal para mantener unidos los bordes del agujero macular y cerrarlo.
Posterior a la cirugía es necesario limitar por un tiempo los movimientos y actividades a fin de que el agujero macular no afecte la presión ocular y el ojo pueda sanar.
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