Se trata de un padecimiento neurológico ocasionado por un trastorno en la regulación del sistema nervioso autónomo, que es el responsable de manejar y controlar diversas funciones corporales, como la digestión, la presión arterial, la frecuencia cardiaca, la respiración, la temperatura corporal, la transpiración y la micción, entre otras.
La disautonomía se manifiesta de diversas formas, por lo que muchas veces puede confundirse con otras patologías con síntomas similares, como anemia, epilepsia, migraña, fatiga crónica e hipotiroidismo, entre otras.
A pesar de que se desconoce la causa, las investigaciones clínicas señalan que su aparición puede deberse a una anomalía en el sistema nervioso simpático, encargado de normalizar la respuesta al estrés y al calor; y el sistema parasimpático responsable del descanso y la relajación.
También, suele vincularse a atrofias multisistémicas, diabetes, polineuropatías y enfermedad de Parkinson.
La disautonomía afecta más a las mujeres y se clasifica en:
- Primaria: presente en niños y adolescentes.
- Secundaria: presente en personas adultas de 40 años en adelante.