¿Qué es Encopresis?

Es una afección que se presenta en niños mayores de cinco años que han aprendido a ir al baño, pero que defecan involuntariamente por efecto de materia fecal acumulada en el colon y recto. Se presenta con mayor frecuencia en niños que en niñas.

La causa más común de la encopresis es el estreñimiento crónico, en el que las heces se secan y endurecen, por lo que resulta doloroso defecar, razón por la cual el niño evita ir al baño agravando la situación, ya que entre más tiempo permanezca la materia fecal, el colon se estira y llena, expulsando heces blandas o líquidas alrededor de las heces duras o produciendo una pérdida de control de las evacuaciones, lo cual puede resultar vergonzoso para el niño y los padres.

Otras de las razones del estreñimiento son:

• Alimentación baja en fibra.
• Deseos de continuar jugando o haciendo otras actividades.
• Miedo a ir al baño por vergüenza o dolor.
• Poca ingesta de líquidos.

Sin embargo, la encopresis también puede deberse a problemas de índole emocional, como:

• Ansiedad.
• Autismo.
• Cambios en el estilo de vida del menor.
• Déficit de atención.
• Depresión.
• Dificultad en el proceso de aprender a ir al baño por sí solo.
• Estrés.
• Hiperactividad.

La sintomatología característica consiste en:

• Abdomen adolorido.
• Estreñimiento.
• Problemas de incontinencia.
• Evitar defecar.
• Infecciones recurrentes de vejiga, especialmente en las niñas.
• Inapetencia.
• Materia fecal de gran tamaño que obstruye el inodoro.
• Escape involuntario de heces líquidas.
• Rascarse o frotar la zona anal por irritación.
• Tiempo prolongado entre una evacuación y otra.

Riesgos potenciales:

Problemas emocionales en el menor al ser objeto de burla de sus amigos o reprendido por los padres, ocasionando:

• Baja autoestima.
• Culpa.
• Depresión.
• Enojo.
• Ira.
• Vergüenza.

Una vez que el médico analice los síntomas e historial clínico de tu hijo, le hará una revisión física, incluido el recto, y solicitará una radiografía abdominal y un enema de bario para comprobar la cantidad de excremento en el intestino grueso y si existe un bloqueo u obstrucción.

Es posible que sugiera una evaluación psicológica para saber si hay alguna razón emcional que detone el problema.

El tratamiento será en función de los síntomas, la gravedad y el estado general del menor, pero por lo general incluye:

• Eliminación de las heces retenidas mediante:
• Enemas.
• Laxantes.
• Supositorios.
• Medicamentos que ayuden a mantener las deposiciones blandas a lo largo de varios meses.
• Cambios en la dieta y en el estilo de vida:
• Alimentos altos en fibra.
• Beber más líquidos.
• Mayor consumo de frutas y verduras.
• Actividad física.
• Psicoterapia para reentrenar o estimular los movimientos intestinales de manera saludable, así como para tratar cualquier problema emocional.

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