¿Qué es Enfermedad renal poliquística?

Es una patología genética que provoca la formación de quistes en el interior de los riñones, ocasionando que estos sean más grandes de lo normal y pierdan su función con el paso del tiempo.

La enfermedad renal poliquística puede causar falla renal y promover el desarrollo de quistes hepáticos y en otros órganos, lo que puede generar complicaciones de gravedad como insuficiencia renal e hipertensión arterial.

Existen dos tipos de enfermedad renal poliquística:

• Autosómica dominante: es el tipo más común, provoca quistes que se desarrollan entre los 28 y 42 años de edad, se le conoce también como enfermedad renal poliquística en adultos, aunque los niños también pueden padecerla.
• Autosómica recesiva: resulta poco frecuente, provoca quistes en el hígado y los riñones. Es conocida como poliquistosis renal del lactante debido a que los bebés pueden presentar la enfermedad en los primeros meses de vida o antes de nacer.

La enfermedad renal poliquística, por lo general, se hereda del padre, de la madre o de ambos y afecta tanto a mujeres como hombres. Las personas con antecedentes familiares tienen mayor probabilidad de padecerla o de portar el gen que la causa, aunque ha habido casos en los que la mutación genética se produce de manera espontánea.

• Abdomen agrandado debido al incremento de volumen renal.
• Cálculos renales.
• Espalda o costado adoloridos.
• Jaqueca.
• Procesos infecciosos en las vías urinarias o en los riñones.
• Hematuria.
• Hipertensión arterial.

Riesgos y complicaciones de la enfermedad renal poliquística:

• Aneurismas cerebrales.
• Quistes hepáticos o pancréaticos.
• Diverticulosis.
• Dolor crónico en el costado o en la espalda.
• Falla renal.
• Hipertensión arterial.
• Infecciones en las vías urinarias.
• Preeclampsia.
• Problemas en las válvulas cardiacas.

Una vez que el médico analice tu sintomatología e historial clínico, te realizará una revisión física y te solicitará estudios de imagen como ecografía, resonancia magnética y tomografía computarizada, para confirmar el diagnóstico.

El tratamiento dependerá de la gravedad de la enfermedad y los síntomas que se presenten, por lo que, cada caso es único, pero es probable que el especialista recomiende cambios en el estilo de vida para prolongar el funcionamiento de los riñones, entre ellos:

• Controlar la presión arterial y los niveles de glucosa en la sangre.
• Mantener un peso saludable.
• Evitar el tabaquismo y el alcohol.
• Llevar una dieta baja en sodio y grasas.
• Realizar actividad física de manera regular.

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