Se refiere a una fisura o ruptura de uno de los huesos de la caja torácica debido a un golpe o impacto directo en el pecho, ya sea por caídas, accidentes laborales o de automóvil, y lesiones deportivas, entre otras situaciones.
Las fracturas de costilla también pueden deberse a una tos fuerte y persistente en donde los huesos se encuentran debilitados por la presencia de una enfermedad, como cáncer u osteoporosis.
Es importante mencionar que la función primordial de las costillas es proteger los órganos que se localizan en la zona pectoral y ayudar en el proceso de la respiración, manteniendo un espacio abierto para que los pulmones se llenen de aire.
Los huesos de las costillas pueden solo fisurarse o fracturarse en fragmentos de escasas dimensiones, lo que puede poner en riesgo los pulmones, vasos sanguíneos u otras partes del cuerpo. Muchas veces cuando se tiene fractura de costilla, puede colapsarse o perforarse un pulmón, riesgo que se incrementa según el número de costillas fracturadas.