La sintomatología característica consiste en:
- Cansancio.
- Anemia.
- Liberación de coágulos sanguíneos de gran tamaño.
- Mojar completamente las toallas higiénicas femeninas varias veces durante el día.
- Problemas para respirar.
- Reducción de las actividades cotidianas por la hemorragia abundante.
- Tener sangrado durante más de una semana.
En caso de presentar sangrados menstruales abundantes o prolongados, es fundamental buscar atención médica especializada para una adecuada valoración.
Coágulos en la menstruación
Durante la menstruación es normal que algunas mujeres lleguen a expulsar pequeños coágulos de sangre, especialmente en los días de flujo más intenso.
En el contexto de la menorragia, la aparición de coágulos menstruales es un hallazgo frecuente y preocupante; por sus características, la menorragia presenta un sangrado excesivo, y cuando el flujo es muy abundante, la sangre puede llegar a acumularse en el útero antes de ser expulsada, lo que resulta en el desarrollo de coágulos de gran tamaño.
La presencia de coágulos voluminosos en un cuadro de menorragia conlleva una mayor pérdida de sangre y esto se puede asociar a otros síntomas como fatiga, debilidad o anemia; por otra parte, también pueden sugerir una alteración en la contracción del útero o en el mecanismo de coagulación local.
Por este motivo es importante, en las mujeres que presentan menorragia, que se haga evaluación de las características de los coágulos como su tamaño, cantidad y frecuencia, lo que es fundamental para orientar el diagnóstico y establecer un tratamiento adecuado.