Es una patología de gravedad, aunque de poca incidencia, que ocasiona inflamación cerebral y hepática en niños y adolescentes en proceso de recuperación de una infección viral, principalmente de gripe o varicela. También hace que los niveles de glucosa disminuyan y los niveles de amoníaco y acidez en la sangre se incrementen.
Hasta el momento no se sabe qué detona el síndrome de Reye, pero los estudios reflejan que la ingesta de aspirina para tratar síntomas de infecciones virales y padecer trastornos de la oxidación de ácidos grasos, son factores determinantes para su aparición.
Si bien la exposición a ciertas toxinas (herbicidas, solventes e insecticidas) producen síntomas semejantes a los del síndrome de Reye, no son causantes directos de esta patología.