Cuando existe un desarrollo deficiente de la vagina y en ocasiones, también del útero, nos encontramos ante un caso de agenesia vaginal, que es una afección congénita que posiblemente se relaciona con anomalías óseas o renales.
La agenesia vaginal, denominada también como síndrome de Mayer-Rokitansky-Kuster-Hauser o agenesia mülleriana suele detectarse hasta la pubertad y el tratamiento a seguir puede ser la utilización de un dilatador vaginal que ayude a formar una vagina con las dimensiones adecuadas, pero en ciertos casos de mayor complejidad, la única opción sera la cirugía.
Si bien, se desconoce cuál es el origen de la agenesia vaginal, se sabe que en su aparición los conductos de Müller no logran desarrollarse adecuadamente durante las 20 semanas de gestación.
Dichos conductos se transforman en la vagina y el útero, por lo que al encontrarse subdesarrollados, puede no existir vagina y útero o tener ambos un crecimiento parcial.
La importancia de diagnosticar y recibir tratamiento oportuno radica en que la agenesia vaginal puede impedir tener relaciones sexuales o lograr un embarazo, sin embargo, si se recibe un tratamiento adecuado pueden conseguirse relaciones sexuales satisfactorias y recurrir a la fertilización in vitro.
Se considera que la agenesia vaginal puede relacionarse con otro tipo de anomalías como:
- Alteraciones renales y de vías urinarias.
- Problemas con el desarrollo óseo.
- Trastornos auditivos.
- Enfermedades congénitas cardiacas y gastrointestinales.