Es un padecimiento crónico que suele ser de origen alérgico o genético que provoca inflamación de las vías respiratorias que produciendo ruidos o sibilancia durante la respiración, falta de aire, sensación opresiva en el pecho y episodios de tos que pueden ir de ligeros a severos. Los ataques asmáticos pueden presentarse súbitamente o irse gestando en días, horas o minutos.
Afecta a pacientes de todas las edades y géneros, aunque por lo regular inicia en la infancia. Diferentes alérgenos, microorganismos y factores de riesgo en el medio ambiente pueden aumentar el riesgo de tener asma, tales como:
- Ácaros.
- Cambios climáticos.
- Pelo de mascotas.
- Estrés.
- Humo del tabaco.
- Químicos en el aire o en los alimentos.
- Polen.
- Gripe.
- Tos.
Las personas que no reciben un tratamiento adecuado contra el asma pueden sufrir trastornos del sueño, cansancio durante el día y problemas de concentración.