Se trata del surgimiento de capas cutáneas rugosas y de elevado grosor que se forman en las manos y los pies como una forma de mecanismo de defensa de la piel ante episodios de fricción excesiva por movimiento o presión repetitivos.
Las principales causas de la aparición de callos y callosidades son:
- Dejar de utilizar calcetines.
- Trabajar o utilizar herramientas con las manos.
- Tocar instrumentos musicales.
- Tendencia hereditaria a generar callosidades.
- Utilizar calzado inadecuado, apretado o flojo.
- Calcetines con poco elástico.
Los callos y callosidades suelen desaparecer por sí mismos cuando se elimina el origen de la presión o fricción, aunque si son muy grandes y dolorosos, deberán ser tratados.
Es necesario distinguir entre callos y callosidades:
Callos:
- Tamaño reducido.
- Profundos.
- Dureza central.
- Duelen al presionarlos.
Callosidades:
- Indoloras.
- Tamaño amplio.
- Formas variadas.