Una vez que el médico analice tu sintomatología e historial clínico, te realizará una revisión física y te solicitará diversos estudios para descartar otras afecciones y confirmar el diagnóstico, entre ellos:
- Exámenes de sangre.
- Ecografía.
- Tomografía computarizada.
- Resonancia magnética.
- Tomografía por emisión de positrones.
Al confirmar el diagnóstico, será necesario determinar el nivel de avance del cáncer, por lo que te practicarán pruebas para verificar los conductos biliares y una cirugía exploratoria.
El tratamiento a seguir dependerá del grado de avance del cáncer, tu edad y estado de salud, pero, por lo general, en etapas tempranas, se lleva a cabo una colecistectomía (extirpación quirúrgica de la vesícula) o, en ocasiones, acompañada de la remoción de una porción del hígado y los conductos biliares.
En etapas avanzadas, cuando ya no es factible la opción quirúrgica, se prescriben sesiones de quimio y radioterapia, terapia dirigida e inmunoterapia.
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