Se trata de una afección oncológica cutánea que aparece con cierta frecuencia y que afecta las células escamosas de la dermis y epidermis.
Si bien, el carcinoma de células escamosas por lo general no pone en peligro la vida, es un tipo de cáncer de gran agresividad que si no se diagnostica y atiende oportunamente, puede extenderse a otras zonas corporales, generando complicaciones serias.
La causa principal del carcinoma de células escamosas cutáneas es someterse a sesiones prolongadas de bronceado, ya sea exponiéndose al sol o en camas solares, ya que la radiación de los rayos ultravioleta tiene un efecto acumulativo en la piel.
Este tipo de cáncer comienza cuando existe una mutación genética en las células escamosas, lo que provoca que las células anómalas se multipliquen descontroladamente, acumulándose y formando tumoraciones.
Se han identificado una serie de riesgos potenciales para desarrollar carcinoma de células escamosas, entre ellos:
- Tener piel blanca.
- Exponerse de manera desmedida a la luz solar.
- Utilizar camas solares.
- Haber sufrido quemaduras solares intensas.
- Queratosis actínica.
- Enfermedad de Bowen.
- Sistema inmunológico deprimido por medicamentos o enfermedades.