Una vez que tu ortopedista analice tu sintomatología e historial clínico, te realizará una revisión física exhaustiva en la que medirá tu capacidad de movimiento, fuerza y reflejos, observando el nivel de dolor que te provocan las diversas posiciones y actividades que te pedirá llevar a cabo.
Posteriormente, será necesario determinar la causa de la ciática a través de estudios de imagen como radiografías, resonancia magnética y tomografía computarizada, además de una electromiografía para evaluar las señales eléctricas nerviosas y su correspondiente reacción muscular.
El tratamiento a seguir se establecerá en función de la gravedad de la sintomatología y la causa de la ciática, pero, por lo general puede incluir fármacos antiinflamatorios, relajantes musculares, anticonvulsivos, antidepresivos y ansiolíticos.
Asimismo, tu ortopedista puede recomendarte sesiones de fisioterapia para rehabilitarte y adoptar un programa de ejercicio que te ayudará a fortalecer los músculos y dotarte de una mejor postura y una mayor flexibilidad.
En ciertas ocasiones, es posible que te apliquen inyecciones periódicas de corticosteroides directamente en el nervio ciático.
Si ningún tratamiento funciona, la única alternativa es la quirúrgica, la cual puede ser la extracción de la hernia discal o el espolón óseo que genera la compresión en el nervio.
En el Centro de Ortopedia y Traumatología buscamos mejorar la vida de los pacientes restringidos o inmovilizados por trastornos o lesiones musculoesqueléticas. Nos especializamos en el cuidado del aparato locomotor mediante la integración de los últimos avances médicos, biológicos y tecnológicos, en estricto apego a los más elevados estándares internacionales de atención al paciente.