Es un padecimiento mental poco frecuente, pero que puede acarrear graves consecuencias, en el que la persona tiene la pulsión incontrolable de robar cosas innecesarias y de escaso valor, que afecta su salud emocionalmente y su entorno personal, familiar y profesional.
La cleptomanía es un trastorno compulsivo que se caracteriza por experimentar dificultades para autocontrolar emociones y conductas.
Si bien se trata de una enfermedad incurable, puede ser controlada a través de psicoterapia y medicamentos que ayudan a disminuir el impulso o deseo de robar compulsivamente. Mientras más oportuno sea el diagnóstico y el tratamiento, menores serán los daños y complicaciones.
El origen de la cleptomanía sigue siendo un misterio, sin embargo, algunas investigaciones consideran que algunos cambios cerebrales pueden detonarla, entre ellos:
- Niveles bajos de serotonina, que es la sustancia química que ayuda regular las emociones y el estado de ánimo.
- Liberación de dopamina, que es el neurotransmisor de sentimientos placenteros.
- Desequilibrios en el sistema opioide que puede desencadenar impulsos.
Riesgos potenciales:
Se han identificado algunos factores que, por sí solos o combinados, pueden contribuir al desarrollo de este trastorno:
- Haber consumido drogas o alcohol por tiempo prolongado.
- Padecer otra enfermedad mental como bipolaridad o trastornos de alimentación, ansiedad o personalidad.
En caso de no recibir tratamiento, las complicaciones inherentes comienzan a aparecer afectando gravemente la vida de la persona, tales como:
- Abandono de estudios y trabajos.
- Alcoholismo y drogadicción.
- Aislamiento social y familiar.
- Baja autoestima.
- Culpa, humillación, vergüenza.
- Complicaciones de salud física.
- Otros trastornos compulsivos como el juego y el consumismo.
- Episodios de ansiedad y depresión que van incrementando su frecuencia e intensidad progresivamente.
- Ideas suicidas.
- Problemas legales por robo.
- Trastornos de alimentación o de personalidad.