Se trata de una obsesión por el sexo en todos los niveles, ya sea pensamiento, deseo, fantasía y comportamiento, la cual se vuelve incontrolable, provocando ansiedad, angustia y estrés, afectando tus actividades cotidianas, tu entorno social y tus relaciones interpersonales.
La conducta sexual compulsiva se conoce también como trastorno de hipersexualidad y se caracteriza por una serie de actividades sexuales obsesivas, tales como:
- Masturbación.
- Sexo virtual.
- Promiscuidad.
- Consumo de pornografía.
- Dar dinero a cambio de sexo.
Las posibles causas de la conducta sexual compulsiva pueden ser:
- Desajuste en los neurotransmisores, que son sustancias químicas cerebrales, que en exceso pueden desencadenar este trastorno.
- Como sucede con las adicciones, la conducta sexual compulsiva tiende a modificar los circuitos neuronales, por lo que cada vez se necesitan mayor número de experiencias y de mayor intensidad para conseguir el nivel de gratificación deseado.
- Epilepsia.
- Demencia.
- Algunos fármacos que alteran la química cerebral, como los que se utilizan para tratar la enfermedad de Parkinson.
Asimismo, existen diversos factores de riesgo para desarrollar la conducta sexual compulsiva, entre ellos:
- Drogadicción.
- Alcoholismo.
- Depresión.
- Ansiedad.
- Adicción al juego.
- Problemas familiares o de pareja.
- Haber sufrido abuso físico o sexual.