El desgarro en el labrum de la cadera es como se conoce a la rasgadura del rodete cotiloideo o labrum acetabular de la cadera, que es un tejido cartilaginoso ubicado en la parte de afuera del acetábulo articular de la cadera, el cual sujeta la cabeza del fémur y sirve de amortiguador articular.
Por lo general, quienes están más propensos a sufrir un desgarro del labrum de la cadera son los atletas que practican deportes de contacto, aunque también las personas que padecen alguna anomalía morfológica en la cadera, pueden presentar esta lesión.
Las causas más comunes para experimentar un desgarro del labrum de la cadera son:
- Lesiones.
- Traumatismos.
- Malformaciones congénitas en la cadera.
- Acciones repetitivas.
Es importante diagnosticar y tratar oportunamente esta lesión, ya que, de lo contrario, aumentan las posibilidades de desarrollar osteoartritis en la articulación de la cadera.
Labrum cadera síntomas
El desgarro en el labrum de la cadera puede provocar dolor profundo en la articulación, especialmente en el área de la ingle, el cual puede irradiarse hacia el muslo o los glúteos.
Este dolor se llega a intensificar al momento de caminar, correr, girar el tronco o realizar movimientos bruscos de cadera y en algunos casos, las personas sienten rigidez matutina o molestia después de permanecer mucho tiempo sentados.
Más allá del dolor, es frecuente experimentar sensaciones mecánicas como chasquidos, bloqueos o inestabilidad de la cadera.
Todos estos síntomas pueden aparecer de forma gradual, sobre todo en deportistas que realizan movimientos repetitivos de flexión y rotación, o de manera súbita tras una lesión aguda como un giro forzado o caída.
Lesiones del labrum de cadera, diagnóstico
La historia clínica detallada es la manera en que comienza el diagnóstico, donde el médico analiza los síntomas, antecedentes de lesiones y actividades físicas que pueden haber contribuido de alguna manera a este daño. Al momento de la exploración física se deben realizar maniobras específicas que permitirán reproducir el dolor y evaluar la movilidad de la cadera.
Para llegar a la confirmación del desgarro en el labrum de la cadera, la prueba que más se llega a emplear es la resonancia magnética con contraste intraarticular, también conocida como artro-RM o artroresonancia magnética, la cual permite visualizar el labrum y detectar los desgarros.
También se pueden realizar radiografías para descartar otras lesiones óseas y, en algunos casos específicos, se utiliza la tomografía para valorar la estructura articular con un mejor detalle.