Se le denomina también como luxación a este tipo de lesión en la que dos huesos conectados por un ligamento se salen parcial o totalmente de su posición por estiramiento o fuerza excesiva en este banda flexible de tejido fibroso conectivo.
Por lo general, las causas de la lesión son traumatismos o caídas, ya sea por accidentes o por practicar deportes de contacto, pudiendo presentarse en el hombro, mandíbula, cadera, tobillo, rodilla y dedos.
Cuando acontece una dislocación puede observarse la articulación fuera de su sitio, produciendo inflamación, dolor e impidiendo el movimiento de la misma.
Estas lesiones suelen afectar con mayor frecuencia a los adultos, ya que los cartílagos en los niños son menos fuertes que sus tendones.
Si experimentas este tipo de lesión, debes buscar atención médica de inmediato, ya que se trata de una urgencia, independientemente de la gravedad del caso y de la zona afectada, ya que junto con la dislocación puede aparecer una fractura, por lo que de no atenderse oportunamente, puede generar complicaciones serias.
El tratamiento a seguir consiste en recolocar los huesos en su sitio, poner férula o cabestrillo para inmovilizar el área y promover la curación. Asimismo, te recetarán analgésicos y antiinflamatorios con el fin de controlar los síntomas.