Se trata de la manifestación dolorosa de elevada incidencia en la parte alta de la espalda, ubicada entre la zona cervical y lumbar, es decir, el área dorsal, atrás de los omóplatos y los hombros.
También denominada dorsalgia, el dolor de columna dorsal, que afecta a más de la mitad de la población en la adultez, puede aparecer en uno o los dos lados de la espalda y se clasifica en:
- Estructural:
- Rígida: afecta a individuos de la tercera edad que padecen artrosis.
- Flexible: ataca a personas con problemas de curvatura.
- Mecánica:
El dolor surge cuando hay movimiento.
- Inflamatoria:
El dolor se manifiesta aun reposando.
Cuando alguno de estos tipos continúan por un largo tiempo, se considera como dolor de columna crónico.
No resulta sencillo identificar la causa del dolor, debido a que el área dorsal se encuentra integrada por diversos músculos, pero, por lo general, cuando aparecen contracturas o molestias, podrían ser consecuencia de:
- Trastornos de la columna vertebral.
- Hernias discales.
- Espolones óseos.
- Complicaciones artríticas.
- Episodios de estrés y tensión.
- Mantener posturas inadecuadas.
- Movimientos repetitivos.
- Exponerse a temperaturas muy bajas.