Se trata de un trastorno crónico que induce al paciente a buscar y consumir drogas ilegales, legales (tabaco y alcohol) o fármacos, de manera compulsiva a pesar de los efectos negativos a nivel físico, mental y emocional que la adicción a las drogas le genera.
La drogadicción daña seriamente el cerebro y provoca alteraciones conductuales graves por la necesidad incontrolable de obtener droga y consumirla sin importar lo que implique hacerlo.
Por lo general, el inicio del consumo es voluntario y suele darse en ámbitos de socialización y recreación, pero conforme se vuelve un hábito, deja de ser paulatinamente un acto de voluntad para transformarse en una compulsión, ya que la adicción ha producido una serie de cambios a nivel cerebral que afectan tu capacidad de controlar tu comportamiento.
La intensidad de la adicción y la velocidad en que la adquieres depende del tipo de drogas y de la predisposición y tolerancia de cada individuo. Sin embargo, en todos los casos, conforme avanza la adicción, cada vez se requieren mayores dosis de droga para sentir los efectos esperados, por lo que los daños y la magnitud de la adicción siguen una escala progresiva.