Una vez que tu ginecólogo analice tu sintomatalogía e historial clínico, te realizará una revisión física y te solicitará estudios de sangre para medir la hormona del embarazo o gonadotropina coriónica humana, así como una ecografía para detectar:
- Carencia de feto.
- Falta de líquido amniótico.
- Malformación placentaria.
- Ovarios con quistes.
Al confirmarse el embarazo molar, es necesaria la remoción inmediata del tejido placentario anómalo a través de dilatación y curetaje, que es un procedimiento que consiste en dilatar el útero y extraer el tejido afectado.
Cuando existen mayores riesgos de desarrollar neoplasia trofoblástica gestacional, que es el primer paso para una enfermedad oncológica, es recomendable practicar una histerectomía, la cual consiste en la remoción total del útero.
Posterior a la extracción de la mola, será necesario realizar mediciones periódicas para verificar el descenso y la eventual desparición de la hormona del embarazo.
Si después de cierto tiempo continúas presentando esta hormona en la sangre, es indispensable llevar a cabo nuevos estudios para detectar si quedó tejido molar sin remover o este se ha vuelto a formar. De ser así, el tratamiento deberá continuar hasta que no haya rastro de gonadotropina coriónica humana.
En el Centro de la Mujer, la salud integral de la mujer es nuestra prioridad, por lo que te ofrecemos servicios enfocados a las mujeres en todas sus etapas cronológicas con los más elevados estándares de atención para mejorar su calidad de vida, a través de la más amplia gama de servicios de prevención, diagnóstico, tratamiento oportuno y seguimiento.
Cuenta con tres unidades especializadas:
- Centro de Obstetricia.
- Centro de Ginecología.
- Ginecología en la adolescencia.