Se trata de una afección cardiaca en la que la válvula (ubicada entre los ventrículos izquierdo y derecho del corazón) de la arteria aorta (la más importante del organismo), sufre una disfunción en la que se ve afectada la correcta circulación de la sangre hacia el músculo cardiaco y el resto del cuerpo.
La función de la válvula aórtica es regular la dirección del flujo sanguíneo, por lo que al verse dañada, puede obstaculizarlo o hacer que fluya en la dirección errónea.
La enfermedad de la válvula aórtica se compone de dos variantes:
- Estenosis:
La abertura de la válvula aórtica se estrecha por engrosamiento de los tejidos, lo que impide que fluya el volumen de sangre adecuado.
- Regurgitación:
Al no cerrar correctamente la válvula aórtica, la sangre se dirige en dirección retrógrada hacia el ventrículo izquierdo.
Esta afección puede ser consecuencia de ciertas patologías o puede ser de carácter congénito.
Entre los riesgos potenciales para desarrollar la enfermedad de la válvula aórtica, se encuentran:
- Fiebre reumática.
- Endocarditis.
- Radioterapia.
- Envejecimiento.
- Defectos cardiacos congénitos.
- Enfermedad renal crónica.
- Lupus.
- Síndrome de Marfan.