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¿Cuáles son las enfermedades de la válvula mitral?

4 de diciembre 2025

La enfermedad de la válvula mitral es una de las afecciones cardíacas más frecuentes y relevantes, ya que esta válvula —una de las cuatro válvulas del corazón— juega un papel fundamental en el paso adecuado de la sangre entre la aurícula izquierda y el ventrículo izquierdo. Cuando la válvula mitral se altera, ya sea por estrechamiento (estenosis mitral) o por fuga (insuficiencia mitral o regurgitación), la circulación deja de ser eficiente y puede desencadenar síntomas, complicaciones graves y disminución de la calidad de vida.

Este padecimiento tiene orígenes diversos: puede ser congénito, resultado del envejecimiento, consecuencia de fiebre reumática, infecciones, enfermedades autoinmunes como el lupus, exposición a radioterapia o incluso ciertos fármacos. En todos los casos, su diagnóstico y tratamiento oportuno son fundamentales para evitar riesgo de fibrilación auricular, hipertensión pulmonar, coágulos o insuficiencia cardiaca. A continuación, encontrarás una guía clara y optimizada para entender qué causa esta enfermedad, cómo se manifiesta y cuáles son las opciones de tratamiento actuales.

Ilustración en 3D de la válvula mitral en el corazón.

¿Qué enfermedades causa la válvula mitral?

La válvula mitral, también llamada válvula atrioventricular izquierda, se encarga de permitir que la sangre fluya de forma unidireccional desde la aurícula izquierda hacia el ventrículo izquierdo. Cuando esta válvula no funciona correctamente, es posible desarrollar distintos tipos de enfermedad de la válvula mitral, entre las que destacan:

Ocurre cuando la válvula mitral se estrecha y dificulta el paso de la sangre. El corazón debe hacer un esfuerzo mayor para empujar la sangre hacia el ventrículo izquierdo, lo que provoca aumento de presión en la aurícula izquierda y pulmones.

La estenosis mitral suele ser consecuencia de la fiebre reumática, aunque también puede deberse a calcificaciones por envejecimiento.

También conocida como regurgitación mitral, se presenta cuando la válvula no cierra por completo y permite que parte de la sangre se regrese a la aurícula izquierda. Esta fuga altera el funcionamiento del corazón, provoca dilatación auricular y aumenta el riesgo de arritmias como la fibrilación auricular.

  • Enfermedad mixomatosa de la válvula mitral

Es un trastorno degenerativo en el que los tejidos de la válvula se vuelven más elásticos y se abomban hacia la aurícula. Es una causa frecuente de insuficiencia mitral y suele presentarse en personas jóvenes o de mediana edad.

  • Afecciones asociadas con la válvula mitral y tricúspide

En algunos casos, los problemas de la válvula mitral afectan también la válvula tricúspide, ya que ambas forman parte del sistema de válvulas atrioventriculares. Esto sucede especialmente cuando hay elevación prolongada de la presión en la aurícula izquierda y pulmones.

Además de estas enfermedades valvulares, la disfunción mitral puede producir otras consecuencias, como:

  • Aumento del tamaño de la aurícula izquierda.
  • Hipertensión pulmonar.
  • Dilatación del ventrículo izquierdo.
  • Insuficiencia cardíaca.
  • Formación de coágulos y riesgo de embolias.

¿Qué síntomas hay en la falla de la válvula mitral del corazón?

Los síntomas de la falla de la válvula mitral dependen del tipo de alteración (estenosis o insuficiencia), su gravedad y el avance del daño cardiaco. En muchos casos, la enfermedad inicia sin síntomas evidentes, pero conforme progresa, pueden aparecer:

  • Cansancio o fatiga, especialmente al realizar actividad física.
  • Dificultad para respirar (disnea), que puede empeorar al acostarse.
  • Palpitaciones o sensación de latidos irregulares.
  • Soplo cardiaco, detectado por el médico en una auscultación.
  • Inflamación de piernas o tobillos.
  • Dolor o presión en el pecho.
  • Mareos o desmayos.
  • Tos o incluso edema pulmonar en casos avanzados.

En la insuficiencia mitral severa o la estenosis avanzada, estos síntomas se intensifican y afectan significativamente la capacidad para realizar actividades cotidianas.

Enfermedad de la válvula mitral, diagnóstico

El diagnóstico de la enfermedad de la válvula mitral comienza con una valoración clínica completa. El especialista revisa los síntomas, los antecedentes y realiza una exploración física detallada.

Exploración física

Incluye la auscultación del corazón para detectar soplos característicos que sugieren estenosis o insuficiencia mitral. También puede evaluar signos de retención de líquidos o alteraciones del ritmo cardiaco.

Pruebas diagnósticas principales

Para confirmar el diagnóstico y determinar el grado de afectación, se solicitan estudios como:

  • Ecocardiograma: es la prueba principal para evaluar la estructura y función de la válvula mitral. Permite observar si la válvula está estrechada, engrosada, calcificada o presenta fuga.
  • Electrocardiograma (ECG): detecta arritmias asociadas, como fibrilación auricular.
  • Radiografía de tórax: muestra el tamaño del corazón y posibles signos de congestión pulmonar.
  • Prueba de esfuerzo: evalúa cómo responde el corazón bajo actividad física y si hay limitación funcional.
  • Resonancia magnética cardiaca: se utiliza para medir con precisión el daño estructural del corazón.
  • Cateterismo cardíaco: se emplea en casos complejos o cuando se requiere planear una intervención quirúrgica.

Con estos estudios, el médico determina si se trata de estenosis mitral, insuficiencia mitral o una combinación de ambas, además de evaluar la gravedad de la alteración.

¿Cómo se arregla la válvula mitral?

El tratamiento de la enfermedad de la válvula mitral depende del tipo de disfunción, las causas, la presencia de síntomas y la progresión del daño en el corazón. Las opciones incluyen:

  • Cambios en el estilo de vida: son fundamentales para reducir la carga sobre el corazón. Incluyen:
    • Mantener un peso adecuado.
    • Reducir el consumo de sal.
    • Evitar el tabaquismo.
    • Controlar la presión arterial.
    • Actividad física supervisada.
    • Manejo adecuado de enfermedades asociadas.
  • Tratamientos recetados: aunque no corrigen la válvula dañada, sí ayudan a disminuir síntomas y complicaciones:
    • Diuréticos para reducir la retención de líquidos.
    • Anticoagulantes en caso de fibrilación auricular.
    • Betabloqueadores o antiarrítmicos si hay palpitaciones.
    • Vasodilatadores en casos seleccionados.
  • Intervenciones mínimamente invasivas: dependiendo del caso, el cardiólogo puede recomendar:
    • Valvuloplastia mitral con balón: se utiliza principalmente en la estenosis mitral causada por fiebre reumática. Consiste en introducir un catéter con un globo que se infla dentro de la válvula para ensancharla.
    • Reparación mitral transcatéter: ideal para insuficiencia mitral en personas que no son candidatas a cirugía abierta. Se utiliza un dispositivo para mejorar el cierre de la válvula.
  • Cirugía de reparación o reemplazo: cuando el daño es severo, es necesario corregir la válvula mediante cirugía. Existen dos alternativas:
    • Reparación de la válvula mitral: se preserva la válvula del paciente y se ajusta su forma y función. Es la opción preferida cuando es posible, porque ofrece mejores resultados a largo plazo.
    • Reemplazo valvular mitral: se sustituye por una válvula mecánica o biológica. Suele indicarse cuando la válvula original no puede repararse.

La elección del procedimiento depende de la edad, estado general del paciente, tipo de lesión y experiencia del centro cardiológico.

¿Qué tan grave es una insuficiencia mitral?

La insuficiencia mitral puede ser leve, moderada o grave. Su impacto depende del grado de fuga y de cuánto esfuerzo adicional debe hacer el corazón para compensar el retroceso de sangre.

  • Insuficiencia mitral leve: generalmente no causa síntomas y solo requiere vigilancia periódica.
  • Insuficiencia mitral moderada: puede provocar cansancio, dificultad para respirar y palpitaciones. Requiere seguimiento estrecho y tratamiento según la evolución.
  • Insuficiencia mitral grave: cuando la fuga es significativa, la enfermedad puede ocasionar:
  • Dilatación del ventrículo izquierdo.
  • Fibrilación auricular.
  • Hipertensión pulmonar.
  • Insuficiencia cardíaca.
  • Riesgo aumentado de coágulos y accidente cerebrovascular.

Sin tratamiento, la insuficiencia mitral severa reduce notablemente la expectativa y calidad de vida, por lo que es fundamental una evaluación médica oportuna.

¿Es posible vivir una larga vida con insuficiencia de la válvula mitral?

Sí, muchas personas pueden vivir una vida larga y plena aun con insuficiencia de la válvula mitral, especialmente cuando es detectada a tiempo y se maneja adecuadamente. La clave está en:

  • Controles cardiológicos regulares.
  • Seguimiento con ecocardiograma.
  • Tratamiento de arritmias.
  • Uso adecuado de medicamentos.
  • Cambios en el estilo de vida.
  • Intervenciones o cirugía cuando estén indicadas.

Las tasas de supervivencia mejoran considerablemente cuando la enfermedad se trata antes de que aparezca daño significativo en el ventrículo izquierdo. Además, los avances en reparación valvular y técnicas mínimamente invasivas han aumentado las probabilidades de recuperación plena.

En síntesis, vivir con enfermedad de la válvula mitral es posible, pero requiere un abordaje integral, seguimiento constante y tratamiento personalizado.

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Fuentes:

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    Ricardo Ostos

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