Una vez que el médico analice los síntomas e historial clínico, hará una revisión física y solicitará estudios para confirmar el diagnóstico, tales como:
- Análisis de sangre.
- Pruebas genéticas.
- Examen neurológico.
- Exámenes de la vista.
La enfermedad de Tay-Sachs no tiene cura, pero los tratamientos ayudan a que su evolución sea más lenta, mediante:
- Fármacos para reducir los síntomas y evitar complicaciones.
- Ejercicios y técnicas respiratorias.
- Sonda gástrica o nasogástrica.
- Terapia física y rehabilitación.
- Terapia del habla y del lenguaje.
- Terapia ocupacional.
Nuestro Centro de Cáncer, desde su inauguración en 2009, te ofrece tratamientos de quimioterapia y radioterapia a la altura de los mejores centros médicos del mundo a través de un modelo de atención integral para el paciente oncológico.