Una vez que tu médico analice tu sintomatología e historial clínico, te hará una revisión física y realizará un examen pélvico con el objetivo de identificar signos de infección.
Asimismo, solicitará análisis de sangre y orina, y otros estudios como ecografía, laparoscopía y biopsia endometrial, que permitan detectar la causa de tu inflamación pélvica.
El tratamiento indicado normalmente incluye antibióticos por vía oral o intravenosa durante un par de semanas, según el caso, con el objetivo de eliminar la infección que causa la enfermedad inflamatoria pélvica. Sin embargo, los daños o cicatrices en el tracto reproductivo son irreversibles.
Para evitar la reinfección, tu pareja o parejas sexuales también deberán ser valorados y abstenerse de tener relaciones hasta completar el tratamiento.
Si un absceso se rompe o está por romperse, o no respondes al tratamiento farmacológico, es posible que requieras cirugía.
La principal medida para prevenir la enfermedad inflamatoria pélvica es teniendo relaciones sexuales seguras, es decir, usando preservativos; teniendo relaciones con una pareja; y realizándose exámenes regulares de infecciones de transmisión sexual antes de iniciar una relación.
En el Centro de la Mujer, la salud integral de la mujer es nuestra prioridad, por lo que te ofrecemos servicios enfocados a las mujeres en todas sus etapas cronológicas con los más elevados estándares de atención para mejorar su calidad de vida, a través de la más amplia gama de servicios de prevención, diagnóstico, tratamiento oportuno y seguimiento.
Cuenta con tres unidades especializadas:
- Centro de Obstetricia.
- Centro de Ginecología.
- Ginecología en la adolescencia.