¿Qué es Esclerodermia limitada?

Se trata de un conjunto de trastornos crónicos poco frecuentes que afectan la piel endureciéndola, de manera limitada o difusa (de ahí el nombre), es decir, delimitada a algunas áreas o de extensión generalizada.

Asimismo, ambos tipos de esclerodermia, los cuales se conocen también como esclerosis sistémica, además de las afectaciones cutáneas, pueden provocar daños vasculares, orgánicos y digestivos; mientras que la esclerodermia localizada o morfea, únicamente tiene manifestaciones en la piel.

El origen de la esclerodermia se debe a un exceso de colágeno en el organismo, lo que produce su acumulación en los tejidos del cuerpo, y si bien, no se sabe que la provoca, se considera que es una disfunción del sistema inmunológico.

Se han identificado una serie de riesgos potenciales para desarrollar la esclerodermia limitada, entre ellos:

• Ser mujer.
• Anomalías genéticas.
• Virus.
• Fármacos.
• Drogas.
• Exposición a sustancias químicas.
• Artritis reumatoide.
• Lupus.
• Síndrome de Sjögren.

La sintomatología difiere de acuerdo con los sistemas corporales donde se presenta:

Cutáneos:

• Endurecimiento.
• Estiramiento.
• Comezón.
• Inflamación.
• Oscurecimiento o aclarado.
• Tonalidad brillante.
• Manchas rojizas pequeñas en manos y rostro.
• Depósitos subcutáneos de calcio.

Vasculares:

• Fenómeno de Raynaud.

Digestivos:

• Estómago ácido.
• Problemas de deglución.
• Abdomen inflamado.
• Episodios diarreicos o de estreñimiento.
• Problemas de incontinencia fecal.

Cardiopulmonares:

• Problemas para respirar.
• Mareo.
• Hipertensión arterial.
• Hipertensión pulmonar.
• Edema.
• Arritmia.
• Insuficiencia cardiaca.

Después de analizar tu sintomatología e historial clínico, el médico te realizará un examen físico y te solicitará diversos estudios para descartar otras afecciones y confirmar el diagnóstico, entre ellos, análisis sanguíneos, estudios de imagen y pruebas de función orgánica.

Al tratarse de un padecimiento crónico, no se ha descubierto un tratamiento específico para la esclerodermia limitada, por lo que la terapia se centra en el control de la sintomatología y en la prevención de complicaciones, a través de fármacos, fisioterapia, cirugía o trasplante de células hematopoyéticas, según el caso.

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