Una vez que el médico analice tu sintomatología e historial clínico, te realizará una revisión física y te solicitará los siguientes estudios para confirmar el diagnóstico:
- Endoscopia.
- Biopsia de tejido para analizar en el laboratorio y determinar el grado de displasia.
La displasia en el esófago se clasifica en:
- Ausente: no se observan cambios precancerosos en las células.
- Baja: existe incipiente modificación celular precancerosa.
- Alta: las alteraciones celulares son numerosas y tienen un elevado riesgo de desarrollar cáncer de esófago.
El tratamiento a seguir depende del nivel de la displasia y de tus condiciones generales de salud:
Si no hay displasia en los estudios, es posible que únicamente requieras:
- Cambios en la dieta y estilo de vida.
- Evitar el consumo de tabaco, chocolate y cafeína.
- Medicamentos, como:
- Antiácidos.
- Bloqueadores de los receptores H2 de la histamina.
- Inhibidores de la bomba de protones.
- Cirugía laparoscópica para contraer el esfínter esofágico inferior que controla el flujo de ácido estomacal o corregir una hernia hiatal.
Si los estudios indican displasia de bajo o alto grado, es posible que necesites alguno de estos procedimientos:
- Resección endoscópica.
- Ablación por radiofrecuencia.
- Crioterapia.
- Cirugía para extirpar el tejido anómalo.
Debido a la recurrencia del esófago de Barrett, incluso después del tratamiento, serán necesarios controles y estudios médicos regulares, así como medicamentos de por vida para reducir el ácido y ayudar a sanar el esófago.
En el Departamento de Medicina Interna del Centro Médico ABC te brindamos servicios de atención médica con la más alta calidad y seguridad, desde la prevención, diagnóstico, tratamiento oportuno y seguimiento de patologías infecciosas, respiratorias, endocrinológicas, dermatológicas, reumáticas, nefrológicas, gastrointestinales, y hematológicas, tanto de padecimientos crónico-degenerativos como de cuadros agudos, mediante un modelo integral y multidisciplinario.