Una vez que tu médico analiza tus síntomas e historial clínico, te preguntará si has estado expuesto a sustancias tóxicas y te realizará un examen físico, donde escuchará tus pulmones para determinar si estás respirando normalmente o presentas dificultades.
En caso de sospechar que se trata de fibrosis pulmonar, para corroborar el diagnóstico y descartar algún otro padecimiento, te solicitará una serie de estudios de imagen como radiografías, ecocardiograma y tomografía computarizada.
Asimismo, te pedirá pruebas de función pulmonar para determinar el grado de afectación y la capacidad de tus pulmones, una oximetría para medir tu nivel de oxígeno, prueba de esfuerzo con el objetivo de monitorear el trabajo pulmonar ante la actividad física.
Si las pruebas mencionadas no son concluyentes, se necesitará una biopsia de tejido pulmonar para ser analizada en el laboratorio. Dicha muestra puede extraerse de varias formas:
- Broncoscopia: se inserta por la nariz o la boca un broncoscopio, que es un catéter delgado, que retira muestras de pequeñas dimensiones que a veces no son suficientes para obtener resultados definitivos. La ventaja es que resulta poco invasivo y de bajo riesgo.
- Procedimiento quirurgico: en ocasiones en las que se requiere una muestra lo suficientemente grande para diagnosticar con precisión, la cirugía es la alternativa viable. Puede llevarse a cabo con procedimientos mínimamente invasivos o por técnica abierta, siendo esta última más riesgosa.
No existe un tratamiento para curar la fibrosis pulmonar ni para revertir los daños producidos, por lo que la terapia se centra en el control de los síntomas, frenar lo más posible su progresión y mejorar la calidad de vida del paciente.
El plan de tratamiento suele incluir fármacos especializados para detener la fibrosis y otros para controlar la sintomatología, oxigenoterapia, y ejercicios de rehabilitación pulmonar.
Si nada de esto funciona, y la capacidad pulmonar del paciente es muy baja, la única opción es un trasplante de pulmón, lo cual también implica alto riesgo para el paciente.
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