Una vez que el médico analice tu sintomatología e historial clínico, te realizará una revisión física y hará un cultivo de sangre, heces, orina o médula ósea que ayude a identificar la presencia de bacterias tifoideas. Si lo considera necesario, solicitará una prueba de anticuerpos o de ADN tifoideo en la sangre.
Una vez confirmado el diagnóstico, el tratamiento a seguir será por medio de la administración de antibióticos específicos para evitar el desarrollo de cepas bacterianas resistentes, lo cual es bastante común en estos tiempos.
Asimismo, te recomendará beber líquidos abundantemente, pero si estás muy deshidratado, tendrán que administrártelos por vía intravenosa en el hospital.
En casos extremos, como cuando el intestino está perforado, se requerirá de una intervención quirúrgica de emergencia.
Considera que algunas personas pueden ser portadores asintomáticos, albergando la bacteria sin presentar molestias. Otras pueden seguir alojando la bacteria después de que los síntomas hayan desaparecido, por lo que es importante evitar el contacto con otros sujetos una vez que hayas sido diagnosticado con fiebre tifoidea.
Prevención:
A pesar de que existen dos vacunas disponibles, ninguna es 100% efectiva, por lo que si vas a viajar a zonas de alto riesgo, además de vacunarte, deberás extremar medidas preventivas como:
- Realizar higiene de manos continuamente.
- Beber agua embotellada.
- Consumir únicamente alimentos bien cocidos.
- Evitar ensaladas crudas, así como verduras y frutas sin pelar.
- No poner hielos a las bebidas.
En el Departamento de Medicina Interna del Centro Médico ABC te brindamos servicios de atención médica con la más alta calidad y seguridad, desde la prevención, diagnóstico, tratamiento oportuno y seguimiento de patologías infecciosas, respiratorias, endocrinológicas, dermatológicas, reumáticas, nefrológicas, gastrointestinales, y hematológicas, tanto de padecimientos crónico-degenerativos como de cuadros agudos, mediante un modelo integral y multidisciplinario.