Una vez que el ortopedista analice tu sintomatología e historial clínico, te realizará una revisión física aplicando presión en el ganglión para saber si te produce dolor o molestia. Asimismo, puede iluminarlo con una luz para determinar si se trata de una masa sólida o llena de líquido.
Si tu médico lo considera necesario, te solicitará los siguientes estudios para saber si existen quistes ocultos o alguna enfermedad subyacente:
- Ecografías.
- Radiografías.
- Resonancia magnética.
Debido a que el quiste ganglionar no es canceroso y podría desaparecer con el tiempo, es probable que tu médico te cite periódicamente para observar que no presente cambios importantes.
Si el quiste es doloroso o afecta el movimiento articular, el tratamiento puede incluir:
- Inmovilización temporal con una férula: para evitar que el movimiento repetitivo agrande el ganglión.
- Drenaje por aspiración: consiste en la extracción del líquido del quiste por medio de una aguja, aunque se corre el riesgo de que el ganglión aparezca de nuevo. Este procedimiento se utiliza frecuentemente para quistes ubicados en la parte superior de la muñeca.
- Cirugía ambulatoria: para extirpar el quiste, aunque el procedimiento no asegura que no reaparezca.
Otra de las opciones terapéuticas son la inyecciones directas de esteroides en la zona afectada para contrarrestar el dolor y bajar la inflamación.
En el Centro de Ortopedia y Traumatología buscamos mejorar la vida de los pacientes restringidos o inmovilizados por trastornos o lesiones musculoesqueléticas. Nos especializamos en el cuidado del aparato locomotor mediante la integración de los últimos avances médicos, biológicos y tecnológicos, en estricto apego a los más elevados estándares internacionales de atención al paciente.