El diagnóstico suele ser sencillo mediante el análisis de los síntomas, el historial clínico y la revisión física.
La presencia del sarpullido suele ser suficiente para identificar el herpes zóster, aunque si el médico lo considera necesario, puede tomar una muestra de las lesiones para analizarlas en el laboratorio y confirmar el diagnóstico.
Al no existir tratamiento específico para el herpes zóster, se busca controlar la sintomatología y promover la recuperación de la enfermedad, disminuyendo así los riesgos de alguna complicación de gravedad, a través de medicamentos antivirales, corticoides, anticonvulsivos, antidepresivos y anestésicos.
En el Departamento de Medicina Interna del Centro Médico ABC te brindamos servicios de atención médica con la más alta calidad y seguridad, desde la prevención, diagnóstico, tratamiento oportuno y seguimiento de patologías infecciosas, respiratorias, endocrinológicas, dermatológicas, reumáticas, nefrológicas, gastrointestinales, y hematológicas, tanto de padecimientos crónico-degenerativos como de cuadros agudos, mediante un modelo integral y multidisciplinario.