Conocida también como esguince, latigazo o distensión cervical, la hiperextensión cervical es un daño en el cuello generado por un movimiento abrupto e intenso, ocasionado por una fuerza externa, provocando que el cuello se desplace de manera frontal y posterior en una trayectoria similar a la de un látigo.
La hiperextensión cervical suele producirse a raíz de accidentes automovilísticos en los que se produce una colisión en la parte trasera del vehículo, aunque también puede ser causado por lesiones deportivas, traumatismos, caídas y violencia física.
Por lo general, quienes sufren esta afección, se recuperan en unas cuantas semanas con un tratamiento que incluye la utilización de collarín, analgésicos, antiinflamatorios y fisioterapia; aunque en algunos casos puede haber complicaciones como:
- Dolor crónico en el cuello.
- Limitaciones de movimiento.
- Dolor que se extiende a las extremidades superiores.
Existen diversos riesgos potenciales de desarrollar complicaciones, entre ellos:
- Encontrarse en la tercera edad.
- Ser el segundo evento de hiperextensión cervical sufrido.
- Padecer de lumbalgia o dolor de cuello.
- Haber sufrido un accidente de gran intensidad.